Los «hijos de la Nación Vascongada» en Lima. Ante el Aberri Eguna

31 de marzo de 2024. Aberri Eguna

Nosotros, herederos directos de los vascos que en 1612 fundaron en Lima la «Ilustre Hermandad de Nuestra Señora de Aránzazu», en esta celebración clave para las vascas y vascos de todo el mundo, queremos declarar.

Que, para los patriotas vascos, vivamos donde vivamos, tengamos el pasaporte que tengamos, Euzkadi es nuestra Patria y que su libertad y prosperidad es una prioridad y un afán que siempre nos debe guiar.

Para los que vivimos lejos de la tierra de nuestros mayores, algunos miembros de familias emigradas hace cientos de años, sin renunciar a nuestra tierra de acogida que ya en nuestra casa, nos sentimos parte y en plenitud de responsabilidades, no solo de una comunidad vasca global, sino como parte integral y fundamental de la Nación vasca.

Que antes de que los jacobinos en la Euzkadi continental y los (mal llamados) liberales en la Euzkadi peninsular, acabaran con nuestra libertad por la fuerza de las armas, fue en las tierras de América donde los vascos entendimos por primera vez, con claridad meridiana, que formábamos parte de una comunidad nacional propia y definida, con independencia de nuestro origen territorial.

Por eso, cuando los vascos nos reconocíamos a nosotros mismos como vascongados, vascos o cántabros; antes de que la idea del estado-nación naciera en Occidente; antes de que el nacionalismo devorador de pueblos arrasara con nuestra libertades; antes de que esa agresión hiciera que algunos vascos en la Euzkadi continental empezaran a plantear la idea de que no solo éramos una realidad cultural sino que éramos una Nación; antes de que Sabino de Arana y Goiri despertara de forma definitiva nuestra conciencia nacional con su idea de Euzkadi como una «confederación de todos los territorios vascos unidos libres, hermanos e iguales»; antes de que su lema «Euzkadi es la patria de los vascos» iniciara el proceso de liberación de nuestro Pueblo, en su búsqueda de su lugar como una nación reconocida como una igual en el conjunto de las naciones del mundo…

Antes de todo eso, los vascos en América entendimos que éramos parte de una realidad común. Por ello creamos hermandades y cofradías por toda América formadas por alaveses, bizkainos, gipuzkoanos y navarros (además de «hermanos» vascos del norte que fueron llegando a esas tierras). La primera de ellas la de Lima, aún activa.

Que, por lo tanto, defendemos que fue en las tierras de América, lejos de la protección de nuestras instituciones privativas y de nuestros Fueros, donde por primera vez se organizaron entidades en las que nos reconocíamos como hermanos e iguales. Entidades que tenían como objetivo el apoyo mutuo, alimentadas por la solidaridad y el comunitarismo que tan arraigado está en nuestro ser social.

Nosotros que tuvimos el honor de acoger en 1942 al Lehendakari Aguirre, en este día tan especial en el que reivindicamos que «Euzkadi es la patria de los Vascos», queremos recordar una idea, para nosotros esencial, a todas las vascas y vascos. A los vascos de dentro y a los de fuera; a los que provienen de familias vasca de profunda raigambre y a los que siendo de otros orígenes han decidido compartir con nosotros la suerte de nuestro pueblo:

Somos hermanos, somos parte de un Pueblo y de una Nación. Que su futuro, el de la Patria vasca, depende de nosotros, de nuestro compromiso y de nuestra capacidad de seguir sin desmayo la senda de nuestros mayores.

Gora Euzkadi Azkatuta

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