Donación de la Ikurriña del «400 aniversario» a Sabino Arana Fundazioa
El domingo 27 de noviembre de 2022 se celebró, como cada año, en Sukarrieta (Bizkaia) el acto de homenaje a Sabino de Arana y Goiri en el aniversario de su fallecimiento (un 25 de noviembre de 1903).
En ese acto la Hermandad de Nuestra Señora de Aránzazu de Lima entregó a Eusko Alderdi Jeltzalea/Partido Nacionalista Vasco (EAJ/PNV) y a Sabino Arana Fundaziona (SAF) una Ikurriña que hemos enviado desde Lima a Euzkadi y que tiene un gran valor simbólico: fue la que presidió de nuestro 400 aniversario.
La Hermandad había decido donar a Sabino Arana Fundazioa esta ikurriña para que forme parte de su archivo históy la conserve.
Nos ha llenado de orgullo que la entrega se haya realizado en este acto. Lo que nos permite unirnos al reconocimiento de esta gran figura histórica vasca que dio a los vascos la idea de una patria, Euzkadi, común conformada por todos los territorios de nuestra nación unidos en una confederación donde permanecer como hermanos, libres e iguales. Creando, además, la enseña nacional de los vascos, la Ikurriña.
La Hermandad de Nuestra Señora de Aránzazu de Lima, cuatro siglos de historia vasca
Esta Hermandad, la más antigua organización de vascos en América, fue fundada un 13 de febrero 1612 por los miembros de la «nación vascongada» (alaveses, bizkainos, gipuzkoanos, navarros en Lima.
En 2012 la Hermandad de Nuestra Señora de Aránzazu de Lima celebró los 400 años de su fundación. Con motivo de tan importante celebración la Hermandad, que sigue viva a pesar de que fue disuelta (y expoliada) por decisión administrativa del Gobierno de Perú en 1865, organizó una serie de actos conmemorativos en diferentes lugares de los Estados Unidos, donde residen buena parte de los actuales miembros de la Hermandad, y en Lima, donde se realizaron un conjunto de eventos académicos y de reivindicación de la memoria de los vascos.
Se da la circunstancia de que el año de nacimiento del Maestro, 1865, coincide con el año en el que el gobierno de Perú disolvió (y expolió) nuestra hermandad, arrebatándonos todos sus bienes (propiedades, recursos y archivos). Lo que no se pudo imaginar aquel gobierno es que eso no iba a significar su desaparición porque una parte de sus miembros la conservaron activa y ésta se ha mantenido viva hasta el presente y por eso se pudo celebrar ese acontecimiento tan especial.
Entre los elementos simbólicos que creímos necesario que estuvieran presentes en estos eventos limeños, había dos quenos parecieron imprescindibles: la plantación de un retoño del Árbol de Gernika y la presencia de la enseña de los vascos, la Ikurriña.
En ambos casos contamos con la colaboración inestimable de la Euzko Etxea de Santiago de Chile que nos hizo llegar un retoño del retoño del Árbol de Gernika que hay en la capital chilena y nos regaló la Ikurriña que presidió los actos del centenario de aquel centro vasco. Además nos enviaron dos «Zazpiak bat» y un «Lauburu» de gran tamaño realizados en metal. Regalos que tenían, como puede comprobar, un valor simbólico extraordinario.
La Ikurriña, que es la que se ha donado, presidió los actos de nuestra conmemoración y flameó en Lima para recordar que en esa ciudad se había fundado la agrupación de vascos mas antigua, y más longeva, de América.
La donación de la Ikurriña de los 400 años
Esa enseña vasca ha permanecido guardada en nuestro archivo desde entonces. Y pensamos que había llegado el momento de que sea conservada en un lugar donde se reconozca su valor. Y ese lugar es, sin duda, el archivo de Sabino Arana Fundazioa.
La razón de que nos desprendamos de ella en este momento se debe a la acumulación de una serie de factores.
- Este año se cumplen los 410 años de la creación de nuestra Hermandad.
- Este año se cumplen 80 años de la visita del Lehendakari Aguirre a Lima en su primera «gira americana», la de 1942. Una visita que significó para nosotros un punto de inflexión, un reencuentro de los miembros de nuestra hermandad con la realidad vasca, y la asunción, como propia, de la idea de la patria vasca en la visión y los principios que definió el Maestro, Sabino de Arana y Goiri, y con la idea de defensa de la democracia, la libertad y la justicia social que, basándose en la doctrina social de la Iglesia, nos transmitió el lehendakari Aguirre durante su estancia en Lima.
- En 2023 se cumplirán los 120 años del fallecimiento del Maestro y queremos participar de una forma activa en el inicio de este año de recuerdo y memoria.
- Asistimos, asombrados y preocupados, a toda una campaña que intenta sustituir como enseña de los vascos la bicrucífera que enarbolaron los gudaris en la lucha contra el franquismo, por la bandera de Navarra que solo representa a uno de los territorios vascos. Una enseña que se quiere imponer argumentando que es la bandera del «estado de lo vascos», igualando un reino medieval con la nación vasca. Algo falso, históricamente incorrecto y además del todo inaceptable para un patriota vasco que considera que la base de la existencia del pueblo vasco es el propio pueblo vasco y no superestructuras políticas o administrativas que jamás tuvieron el deseo o la voluntad de representar a nuestra comunidad nacional.
Debido a todo esto queremos que hacer esta donación que busca ser un acto simbólico de respaldo a la idea de Euzkadi, de la patria vasca, diseñada por el Maestro, defendida por los gudaris, y conservada por aquel Gobierno Vasco que durante los años más duros de la lucha contra el totalitarismo siempre supo cuál era su «lado de la trinchera».
Estamos convencido de que esta Ikurriña, que llegó de Euzkadi a América y que ha presidido los actos de conmemoración de dos instituciones vascas en este continente, debe ser conservada en la Fundación que representa de forma indeleble las ideas de Sabino de Arana, de José Antonio de Aguirre, de Juan de Ajuriaguerra, de Javier de Landaburu, y de tantos y tantos patriotas vascos que no solo defendieron su (nuestra) patria, si no la libertad y la democracia para todos, y que colaboraron en el nacimiento de una Europa que ha sido un faro de libertad, democracia y justicia social.
Además, fueron miembros de EAJ/PNV los que se convirtieron en apoyos imprescindibles para la realización de esos actos. Nos referimos a Josu Legarreta Bilbao desde Euzkadi y a Pedro Oyanguren desde Chile. Sin ellos, miembros comprometidos del movimiento político que fundó Sabino Arana, aquel aniversario no habría sido posible. Su apoyo y colaboración fueron esenciales para que este proyecto de la Hermandad, dirigido por la Casa Bazán-Aguilar a través de Julio Pablo Bazán, llegará a buen término.
Un honor y un reconocimiento
Para nosotros es un honor que aceptaran esta donación y se hicieran cargo de la custodia y conservación de esta Ikurriña. Pero lo es aún más que la entrega se haya realizado en un acto de tanto simbolismo.
Para la memoria los vascos que han mantenido su conexión con Su patria de origen durante más de 400 años en Lima, y en toda la diáspora, la elección del momento elegido para recibir la enseña nacional vasca tiene un profundo significado de reconocimiento. Después de todo, estamos seguros de que el primer lugar donde los vascos de todos los territorios de nuestro país fueron por primera vez conscientes de que formaban parte de una misma comunidad nacional fue en tierras americanas en los finales del siglo XVI y los inicios del siglo XVII.
Entonces lo entendieron y comprendieron que tenían que crear redes de apoyo que sustituyesen, de alguna manera, las instituciones propias que tan lejos quedaban. De ahí la formación de agrupaciones, hermandades y cofradías, encomendadas a la Andra Mari de Arantzazu como herramientas de organización para la colaboración y el apoyo mutuo. Y que formaron una extensa red que se extendió a lo largo de América y Filipinas.
Estamos orgullosos, y felices de que esta ikurriña haya sido acogida en Sabino Arana Fundazioa y las especiales circunstancias de la entrega. También queremos resaltar que debe verse como una reafirmación de nuestro compromiso con la «Causa del Pueblo Vasco» y con la defensa de la democracia, la libertad y la justicia social que, bajo los principios de la Doctrina Social de la Iglesia, guiaron a aquella generación extraordinaria de líderes vascos, con el Lehendakari Agirre a la cabeza, en los años más negros de nuestra historia reciente.
Acto íntegro del homenaje a Sabino Arana
Con la colaboración de